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Yamandú Orsi asumirá la presidencia de Uruguay el 1 de marzo

El Frente Amplio regresa al poder tras vencer al oficialismo. Orsi enfrenta desafíos económicos y políticos en un escenario sin mayoría parlamentaria.

Uruguay consolida su estabilidad democrática
Uruguay, conocido por su tradición democrática y estabilidad política, culminó un nuevo proceso electoral sin sobresaltos. Yamandú Orsi, del izquierdista Frente Amplio, se impuso con el 52,07 % de los votos frente al 47,92 % obtenido por Álvaro Delgado, candidato del oficialista Partido Nacional, respaldado por el presidente saliente Luis Lacalle Pou.

Este resultado marca el regreso del Frente Amplio al gobierno tras cinco años en la oposición. Durante 15 años consecutivos, el bloque izquierdista lideró al país con figuras emblemáticas como Tabaré Vázquez y José Mujica. En 2020, Lacalle Pou logró romper esa hegemonía con una administración que combinó medidas liberales con altos niveles de popularidad, pero cuya aprobación no se tradujo en una victoria para su partido.


Un proceso de transición sin sobresaltos
El presidente saliente, Lacalle Pou, ha felicitado a Orsi y comenzado un proceso de transición ejemplar, convocando al Consejo de Ministros para el inicio de las coordinaciones. Antes de dejar el cargo, Lacalle Pou participará en la Cumbre del Mercosur los días 5 y 6 de diciembre, en lo que será su último acto oficial de relevancia internacional.


Desafíos internos y externos para el nuevo gobierno
Yamandú Orsi ha prometido liderar un gobierno basado en el diálogo, pero enfrenta un escenario político complejo. A diferencia de sus predecesores Vázquez y Mujica, no contará con una mayoría parlamentaria contundente. En el Senado, el Frente Amplio tiene 16 de los 31 escaños, mientras que en la Cámara de Diputados apenas 48 de 99, lo que obliga a buscar consensos con otros partidos.

En el plano interno, uno de los principales retos será la relación con su propio bloque político, en especial en torno al programa económico liderado por Gabriel Oddone, próximo ministro de Economía, cuya designación generó tensiones durante la campaña. Además, Orsi deberá cumplir con ambiciosas promesas, como reducir la pobreza del actual 9,1 % de la población, bajar la edad de jubilación a 60 años, desarticular bandas de narcotráfico y destinar mayores recursos a educación y ciencia.


Un papel clave en el Mercosur
En política exterior, se espera un cambio de rumbo significativo. Mientras Lacalle Pou buscó «independizarse» del Mercosur y priorizó acuerdos bilaterales, Orsi apuesta por fortalecer el bloque regional. Se prevé que asuma un rol de mediador entre los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Argentina, Javier Milei, especialmente en temas clave del bloque como la integración comercial.


Perspectivas económicas y sociales
Uruguay enfrenta una tasa de crecimiento económico del 1 %, y Orsi aspira a duplicarla al 2 % durante su mandato. La lucha contra la pobreza y el compromiso de no aumentar impuestos serán ejes fundamentales en su gestión. El presidente electo deberá también enfrentar la inseguridad, con promesas de desarticular 50 bandas de narcotráfico activas en el país.

El 1 de marzo marcará el inicio de una nueva etapa en Uruguay, con un liderazgo que promete equilibrio y diálogo en un contexto político que exigirá grandes habilidades de negociación. Orsi asume el desafío de mantener la estabilidad y seguir consolidando a Uruguay como un ejemplo de democracia en la región.

Por Orlando J. Gutiérrez

https://twitter.com/Frente_Amplio/status/1860833402531750361

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